viernes, 23 de noviembre de 2012

Insuflado de celulosa en Zabalgana



A principios de octubre realizamos el insuflado de celulosa en una vivienda de nueva construcción en el barrio de Zabalgana. La queja principal de los propietarios era que les entraba aire frío por los enchufes y que la casa estaba muy fría por la mañana. El problema era generalizado en todo el bloque,  debido a la falta de aislamiento acústico en algunos tabiques interiores.


La solución que les dio fue la siguiente:

-      Se rellenarán las cámaras por lo que dejará de circular el aire por la cámara que hay entre el aislamiento y el pladur, resolviendo los problemas de infiltraciones de aire.
-        Se aumentará el aislamiento de la vivienda.
-      La apertura de taladros y el insuflado se realizará en un día. Se va a generar polvo, pero es fácil de limpiar, ya que al insuflarse en seco, la celulosa no se pega y es fácil de barrer.
-    El coste de la obra es asumible. El ahorro en calefacción y la mejora del confort justifican la inversión, que es aproximadamente de 900 €.

El sistema constructivo de la vivienda era un prefabricado de hormigón al que se le había proyectado poliuretano en su intradós y un trasdosado de pladur con perfilaría convencional y una sola placa. Los pilares se habían trasdosado también con pladur, pero colocando una manta de fibra de vidrio. Los tabiques interiores eran también de pladur con una placa por cada lado, montantes cada 60 cm. y rellenos con fibra de vidrio.


Trabajo realizado:

1º.- Relleno de cámara existente entre placas de pladur y aislamiento en toda la fachada, para mejorar el aislamiento y evitar infiltraciones (fugas de calor) especialmente por los mecanismos eléctricos.
En los paneles de pladur se realizan taladros con corona de 110 mm. en dos alturas, la más baja a un metro del suelo y la alta a 50 cm. del techo. Se realizan taladros más pequeños y emplea una boquilla especial para llegar a los sitios más complicados.
 
 


 
2º.- Relleno de tabique divisorio entre dos dormitorios, dado que carece del aislamiento que debe cumplir la función de aislamiento acústico.
En este caso se han practicado dos alturas de taladros. La distancia entre taladros es de unos 60 cm., que es la distancia entre montantes metálicos del tabique de pladur. De esta manera se llena cada franja entre montantes en dos fases.

 
3º.- Relleno de patinillo de instalaciones en el salón para reducir los ruidos de las instalaciones.

Se han realizado varios taladros y un cajeado en el inferior para comprobar que el forjado que atraviesa el patinillo no macizado. Se empieza con un insuflado de baja presión. No obstante se consigue un relleno de todo el elemento.